Ibiza es una ciudad hecha a la medida de las personas. Sus distancias son cortas y permiten recorrerla a pie, disfrutando al máximo de sus dos grandes virtudes: el patrimonio histórico-artístico y la constante presencia del mar. Hay muchos recorridos a lo largo y ancho de la urbe, pero proponemos cuatro que hay que considerar imprescindibles:
1) Sobrevolar la ciudad de baluarte en baluarte: Las murallas renacentistas de Ibiza constituyen el principal monumento de la isla. Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1999 por su importancia monumental y perfecto estado de conservación. La forma más espectacular de vivirlas es caminar sobre el adarve y los siete baluartes que va enlazando: Santa Llúcia, Sant Joan, Sant Pere, Sant Jaume, Sant Jordi, Sant Bernat y Santa Tecla. Además de conocer también los accesos principales del monumento –Portal de Ses Taules, Portal Nou y túnel de es Soto Fosc– se disfrutan unas vistas espectaculares de la villa, el puerto, la costa este de la isla y hasta la vecina Formentera.
2) Los andenes y el muro: Las calles del puerto de Ibiza siempre están animadas en verano. El frente del puerto, en la Avinguda de las Andanes, es ideal para pasear y admirar, a un lado, los barcos que permanecen amarrados en el muelle y, al otro, la ciudad histórica que se asienta sobre el Puig de Vila. La renovada Plaça des Martell, con su monumento a los corsarios, permite ahora ascender a lo alto de la estación marítima y gozar de una gran perspectiva de la bahía. Merece la pena seguir hasta el final, donde aguarda el muro del puerto, y subir también a él, para disfrutar de la visión del afilado vértice del baluarte de Santa Llúcia, que parece el casco de la nave de piedra que conforman las murallas.
3) El Paseo Marítimo y es Botafoc: La mejor panorámica de la ciudad y el puerto se disfruta al otro lado de la bahía, desde el paseo marítimo que la rodea, partiendo de la estatua que rinde homenaje a la gente del mar, al principio de la Avinguda de las Andanes. Desde ahí hay que seguir sobre el muelle, por la Avinguda de Santa Eulària. Tras la estación marítima de los barcos de Formentera, aguardan las instalaciones del Club Náutico de Ibiza, el muelle pesquero, la Cofradía de Pescadores y, a continuación, ya con el puerto viejo de frente, los puertos deportivos de la ciudad. El paseo concluye en el faro de es Botafoc, junto al nuevo dique, que es el de mayores dimensiones de la isla y donde aún residen los fareros que se ocupan del mantenimiento de las luminarias de las Pitiüses.
4) Vara de Rey y la Plaça del Parc: El Paseo de Vara de Rey y la Plaça del Parc, completamente peatonalizados y remodelados en 2017, hoy constituyen el epicentro de la ciudad contemporánea. Se trata de dos bulevares paralelos, al pie de las murallas, con múltiples tiendas, restaurantes, bares y terrazas, donde disfrutar del ocio y el paisaje. Ambos espacios constituyen un magnífico punto de partida para conocer Ibiza capital y representan el mejor ejemplo de la transformación que ha experimentado la ciudad en las últimas décadas.
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