¿Qué ver?

Desde los albores de su historia, la ciudad de Eivissa ha sido punto de encuentro y de intercambio de culturas: púnicos, fenicios, romanos, vándalos, bizantinos, visigodos, musulmanes y catalanes se han ido sucediendo en la ocupación de Eivissa.

Fortificación marítima estratégica en el Mediterráneo desde tiempos históricos, en los años 30 del siglo XX los turistas pioneros que viajaron por placer a la isla se encontraron un paraje singular. Fue entonces cuando se empezó a extender el mito internacional de Eivissa.

En los últimos cuarenta años, las necesidades de un turismo a veces masificado se tradujeron en una mayor ocupación del territorio. El turismo convirtió una isla pobre, donde mucha gente tenía que emigrar, en un lugar próspero. La sociedad evolucionó de forma rápida hacia la modernidad, pero Eivissa ha logrado conservar una enorme colección de lugares únicos que, junto al talante de sus habitantes, componen un territorio insólito y especial dentro del Mediterráneo.

Eivissa (o Vila, el topónimo popular que le dan sus habitantes) concentra gran cantidad de servicios y actividades. Desde 2019 es, oficialmente, la capital insular. La evolución de la ciudad ha convivido con la permanencia de los barrios tradicionales e históricos, como l’Eixample, la Marina o Dalt Vila, conservada íntegramente de forma excepcional y declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1999.

Hoy, Eivissa es una ciudad multicultural y con una gran tradición turística. Ofrece paisajes, cultura, arte y patrimonio, naturaleza, ocio, deporte, gastronomía, comercio…

¡Bienvenidos a Eivissa!

Eivissa Patrimonio Mundial
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