Un convento dominico reconvertido en sede consistorial

La sede principal del Ajuntament d’Eivissa ocupa el edificio del antiguo convento de los dominicos desde 1838.

El convento se fundó a finales del siglo XVI. Los primeros años los dominicos ocupaban varias dependencias de la parroquia de Jesús, hasta que se trasladaron al interior de la ciudad amurallada en 1587. Un año después se celebraba con un solemne acto, la posesión de las casas adquiridas por la Universitat para construir el edificio del convento. Las obras se prolongaron a lo largo de casi todo el siglo XVII y se tienen noticias de que en 1674 todavía no estaba acabado el claustro. También, de que había quejas de los religiosos porque no disponían de habitaciones cómodas.

La comunidad de religiosos fue disuelta en 1835: tras la desamortización de Mendizábal, el edificio pasó a manos del Estado, que lo destinó como sede consistorial y espacio para ofrecer otros servicios públicos.

El edificio conserva todavía el claustro del convento y el refectorio, que era utilizado como sala de plenos y que fue utilizada como sede provisional del Museu d’Art Contemporani d’Eivissa durante su remodelación. En la sala capitular se han recuperado las pinturas murales de la bóveda de cañón, decorada profusamente con motivos religiosos y florales.

Junto al convento, sobre el acantilado, en la Plaça d’Espanya, aguarda uno de los miradores más espectaculares de la ciudad. Desde ahí se disfruta una panorámica amplia de la salida del puerto y del faro de es Botafoc. En mitad del mirador, frente a la entrada exterior a la sala capitular, se encuentra un monumento a Guillem de Montgrí, arzobispo de Tarragona que impulsó la conquista de Ibiza, en 1235. Cada 8 de agosto se celebra aquella gesta y las autoridades realizan una ofrenda floral ante la escultura.