Casa noble de Dalt Vila, hoy sede de la alcaldía de la ciudad

La casa, situada al inicio de la calle Pere Tur, fue edificada a mediados del siglo XVII por maestros genoveses para una familia de mercaderes italianos. Sus constructores parece que también trabajaron en la iglesia del Convento. El edificio es un ejemplo casi único en Eivissa de arquitectura clásica renacentista. Se trata de un edificio exento de tres plantas, tres de sus fachadas dan a calles públicas y la cuarta a un jardín sito en el lado oeste del edificio.

La entrada principal está situada en la calle Santa Maria, pero la fachada principal del edificio es la que mira al norte. La distribución de los balcones y ventanas configuran un conjunto coherente donde predomina la simetría de sus formas y elementos decorativos. La configuración exterior del edificio no parece haber sufrido alteraciones importantes del diseño original.

El inmueble, también conocido como Can Montero, fue adquirido por 172 millones de las antiguas pesetas por el Ayuntamiento de Eivissa y el Consell Insular. La rehabilitación, muy costosa debido al estado en qué se encontraba el edificio, fue financiada por el Consorcio Eivissa Patrimonio de la Humanidad y superó los 3,6 millones de euros.

A día de hoy, Can Botino alberga el Salón de plenos del Consistorio, el Archivo Histórico de la Ciudad, las dependencias de alcaldía y otros servicios administrativos de la institución. Con esta rehabilitación, la ciudad gana un nuevo edificio histórico del cual pueden disfrutar todos los ciudadanos y que estuvo a punto de convertirse en pisos de lujo en manos de promotores privados.